Por: Toño Sánchez Jr.
Publica el portal de una ‘reputada’ emisora bogotana un problema íntimo de dos parejas en un hotel de Cartagena. Yo no le veo nada de noticioso a eso, a no ser, que por tratarse de mujeres monterianas merezca ser convertido en ‘noticia de interés nacional’. Hechos que fueron aprovechados, de inmediato, por los vividores de la desgracia ajena para regodearse.
En momentos como este yo me pregunto por qué esos reputados medios de comunicación nunca publicaron los detalles, por ejemplo, de ¿cómo Enrique Santos Calderón le quitó la esposa a su hermano Felipe? ¿Por qué ni siquiera los tabloides capitalinos, amantes del chisme, se atrevieron a hacer siquiera una insinuación? Ni hablar de las llamadas ‘revistas del corazón’.
¿Por qué los medios del interior jamás mencionaron los cuentos de la íntima relación, que era un secreto a voces en la Casa de Nariño, del presidente de turno con su viceministro de Justicia, el mismo que secuestró Pablo Escobar Gaviria en ‘La Catedrál’ la noche que se voló? En su momento, colegas periodistas –mujeres- me narraron lo incómodo que era viajar en el avión presidencial con la esposa de ese presidente, por el acoso a que eran sometidas.
¿Por qué ningún medio bogotano ha querido ahondar en el caso del Almirante Arango Bacci? Esa sí que sería una buena historia, tiene de todo, digna hasta de ser llevada a un seriado por uno de los dos principales canales privados de la televisión bogotana.
¿Por qué nunca se ha hablado de aquellos directores de medios capitalinos que exigían ‘pernoctada’ a las periodistas que llegaban como practicantes a las redacciones? Yo trabajé en medios de Bogotá y eso era la comidilla de cada fin de semana.
A lo mejor todo lo anterior serán especulaciones o hasta mentiras. Pero secretos más delicados y menos conocidos sí cuentan esos medios bogotanos-centralistas, pero lo hacen cuando los implicados e implicadas no son parte del círculo social o poder bogotano.
Que las Redes Sociales hayan obligado a redefinir la palabra intimidad es muy cierto, es por ello que los medios de comunicación, que dicen ser serios, tienen que diferenciarse de esas personas que viven de la degradación de los demás y de la desgracia humana en la Internet.
Que una infame persona se dé a la tarea de replicar por las redes este tipo de videos es una cosa, pero otra bien distinta es que medios de comunicación de Bogotá, que se ufanan de ‘serios’, se presten para este tipo de bajezas, como lo fue la de subir a su portal una seudonoticia sobre el tema.
Después de todo, quién está exento de no terminar enredado en una infidelidad. Así sea de una sola noche o momento. En este tipo de relaciones muchas veces se involucran sentimientos y los sentimientos son una poderosa arma que a veces, por no decir la mayoría de las veces, nos llegan a enredar. Así sea, por unos instantes u horas.
Hoy con la Internet cuántas mujeres y hombres no tienen ‘relaciones pasivas’, en el sentido de decirse lo que no le dicen a sus esposos o a sus esposas. De pronto estas ‘relaciones pasivas’ no terminan en nada, pero otras tantas se han convertido en ‘activas’. No faltará quien diga que ‘cada ladrón…’. Pero esto es algo bien serio y delicado, es una realidad. Esto no es para jugar.
Claro que hay mujeres y hombres que tienen un férreo poder sobre sus sentimientos y deseos. Eso está bien. Pero ello, no los hace inmune. Hoy no solo acosan los hombres sino también las mujeres. Pero ya esto último es otro tema.
Hay gente que se enamora y comete locuras. Y yo no voy a entrar a condenar esto. Además que yo amo al amor, así me vaya mal.
Y nadie escapa de todas estas infamias, ni yo. Por ejemplo, yo tengo una relación de 12 años que se deterioró por falta de buena comunicación, tema que no se convertiría en un problema si alrededor del matrimonio existiera una familia que ayudara a mantener una sana discusión de pareja y apoyo para salir de la mejor manera en las dificultades propias de un matrimonio de dos personas de fuerte carácter. ¿Qué relación de pareja no llega a tener en un momento problemas de comunicación? Y cuando no aparecen esas personas llamadas a ayudar, y que jamás van a aparecer porque nunca estuvieron de acuerdo con el matrimonio, es más, aparecen como los médicos legistas, solo para firmar certificados de defunción, el problema se soluciona donde una sicóloga o en una comisaría de familia para recibir asesoría.
No fue sino ir a la comisaría para que saliera una caterva de despreciables a inventar hechos que no sucedieron en esa diligencia. Lo claro es que quienes comenzaron con las infamias fueron los mismos a los que siempre les he despertado envidia y odio, y a quienes he tocado en mis artículos.
Pero este común problema no me bajará la cabeza. Como muchas otras batallas libradas, vamos a dejarle todo al mejor de los jueces: El tiempo y a Dios. Y toda moneda tiene dos caras. Y seguiré creyendo en el amor con locura.
Para terminar, una respetuosa solicitud a todas las personas decentes de esta ciudad, no sigan reproduciendo ese video. Ni ningún otro de esos temas. Esto es como el tema de la drogadicción, jamás te importa y te duele, hasta que toca a uno de tus hijos o hijas.
Y una lección, para mí incluido, hay que aprender a solucionar los problemas sin problemas, así sean los de infidelidad.